Los restauradores son equipos cruciales en las redes tanto de alta como media tensión debido a la función que cumplen: cerrar e interrumpir un circuito con la finalidad de que el tiempo en que duran las fallas en una instalación se reduzca, permitiendo así que la línea quede aislada en el punto más cercano al tramo que ha resultado perjudicado. También pueden entenderse como equipos automáticos de reconexión que se instalan en las líneas de distribución y que son capaces de detectar las sobrecorrientes para interrumpirlas y reconectarlas con el fin de que la línea continúe reenergizada.
Ahora bien, existe una clasificación común en la que los reconectores son considerados como monofásico y trifásicos. Esta clasificación determina tanto la funcionalidad como las ventajas que cada tipo proporciona.
¿Qué son los sistemas monofásicos y trifásicos?
Antes de enfocarnos específicamente en los restauradores, vale la pena conocer las diferencias que hay en general entre los sistemas eléctricos monofásicos y trifásicos.
- Sistemas monofásicos
Los suministros de energía monofásicos son posibles por medio de la utilización de corrientes alternas de electricidad en un conductor único. La distribución del tipo monofásico es usada comúnmente cuando las cargas son de calefacción e iluminación, aunque también suelen verse en motores eléctricos pequeños.
Además de las aplicaciones señaladas, se emplean en los suministros privados de energía, especialmente en zonas rurales en las que los consumidores se hallan dispersos y la demanda no es tan grande. Los sistemas monofásicos hacen un buen trabajo al utilizar voltajes bajos de manera eficiente y segura.
- Sistemas trifásicos
Este sistema se forma por tres corrientes monofásicas alternas con una amplitud y frecuencia similar, las cuales presentan entre sí una distinción de fase y se dan en un orden específico. La diferencia más notable entre los sistemas monofásicos y los que emplean tres fases de corrientes alternas es la consistencia con la cual es distribuida la energía eléctrica. El que haya tres corrientes separadas significa que cada una de las líneas puede asumir una carga individual de voltaje, con lo que el sistema en conjunto podrá dar satisfacción a una mayor demanda energética.
Los sistemas trifásicos garantizan que habrá siempre un flujo de energía constante que es suministrada de forma uniforme y equilibrada; es por ello por lo que se utilizan con frecuencia en las zonas urbanas y metropolitanas con consumos elevados de electricidad. Suelen ser más baratos y a causa de las corrientes adicionales, pueden ofrecer la misma cantidad de energía eléctrica que los sistemas monofásicos con solo el 25% de material.
Para que pueda entenderse mejor la diferencia entre sistemas monofásicos y trifásicos, a menudo se recurre a la imagen de una canoa. Si se encuentra solo un individuo dirigiéndola, solo el impulso de un remo la moverá hacia adelante cuando se encuentre en el agua; ciertamente, esto hará que se mantenga en movimiento, aunque avanzará de manera lenta. Por otro lado, si en lugar de una persona hay tres que trabajan en conjunto y de manera secuencial para impulsarla, siempre se contará con al menos un juego de remos en el agua para que la embarcación sea impulsada en todo momento, lo que significa que se mantendrá en constante movimiento y avanzará con mayor velocidad.
¿Cuáles son las diferencias entre los reconectores trifásicos y monofásicos?
Una vez señaladas las diferencias entre ambos sistemas, será más fácil explicar las que hay entre los restauradores monofásicos y los trifásicos.
Los reconectores trifásicos automáticos son aquellos en los que las tres fases de la línea de transmisión son abiertas después de presentarse una falla, independientemente del tipo de dificultad. Se vuelven a cerrar tras haber pasado un lapso predeterminado posterior a la apertura del interruptor automático. Para aquellos interconectores de un solo circuito entre dos sistemas energéticos, la apertura de cada fase provoca que los generadores de cada grupo se separen uno con respecto al otro, debido a que no puede tener lugar intercambio alguno de energía de sincronización.
Por otra parte, el restaurador eléctrico monofásico es el que únicamente la fase con dificultades es abierta en presencia de una falla monofásica y posteriormente soltada tras haber pasado un lapso controlado de retraso. Para las fallas multifásicas, las fases del reconectador trifásico se abren y no se intenta el recierre; en el caso de presentar fallas monofásicas, las cuales son mayoritarias, la potencia de sincronización puede aún ser intercambiadas a través de las que se encuentran en buenas condiciones.
Ahora bien, en los reconectores automáticos monofásicos, cada fase del disyuntor tiene que ser segregada y provista de su propio mecanismo de disparo y de cierre. También se requiere de un ajuste de los relés de selección de fase que se encargarán de detectar y seleccionar la fase defectuosa. A ello se debe que la restauración monofásica implica mayor complejidad y gastos más elevados en comparación con la restauración trifásica.
Cuando se utiliza el reconectado monofásico, la fase defectuosa debe de ser desenergizada por un periodo de tiempo mayor que el reconectado trifásico, a causa del acoplamiento capacitivo entre los conductores en buenas condiciones y la fase defectuosa.
Con la información dicha hasta aquí consideramos que podrán entenderse las diferencias entre los reconectores trifásicos y monofásicos. En Asesores en Alta Tecnología recomendamos ampliamente los trifásicos como el modelo VIPER GW que ponemos a su disposición, el cual ofrece diversas ventajas como su fácil uso, control flexible, seguridad al operar y que no requiere de mantenimiento. Cabe agregar que podrán ahorrar considerablemente con el uso de los modelos trifásicos, siempre y cuando adquieran un ejemplar de calidad.
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