Hay algunos equipos que, aunque no nos demos cuenta, son fundamentales en la vida cotidiana; tal es el caso de los transformadores, aparatos que permiten que podamos utilizar nuestros dispositivos eléctricos en cualquier parte. En la mayoría de los países se emplean dos sistemas de corrientes voltaicas: 110V y 220V; es por ello que muchos productos son fabricados o desarrollados con un determinado tipo de voltaje, ya que, si conectamos un aparato a un tipo de voltaje inadecuado, lo más probable es que acabe dañándose. Es en este punto donde entran en juego los transformadores, pues son capaces de adaptarse a la corriente de cada sistema.
Los transformadores son aparatos que permiten elevar o disminuir el voltaje de diversos dispositivos o productos electrónicos que utilizamos en nuestro día a día. Su principal función radica en el hecho de tener capacidad para salvaguardar y prolongar la vida útil de nuestros artefactos, así como proporcionar garantías de seguridad cuando escogemos usar algún tipo de fuente de energía común, como, por ejemplo, la batería de un coche, con la finalidad de poner en funcionamiento un dispositivo.
Los tamaños y usos de los transformadores pueden variar de acuerdo con las necesidades que tengan y las funciones para las cuales hayan sido fabricados; de esta manera, es posible distinguir transformadores de alta, media y baja tensión. Y dentro de esta sencilla clasificación es posible dividirlos en transformadores de elevación o reducción.
El transformador seco, por ejemplo, es un equipo de uso general en baja tensión que se emplea para alimentar cargas que tienen voltaje diferente al sistema de distribución general, y se fabrica desde 1kva hasta 1000 kva, por lo que también puede servir para elevar el voltaje. Su principal particularidad estriba en el hecho de que es un artefacto que no contamina, evita el riesgo de incendios y es libre de mantenimiento, por lo cual resulta muy confiable en lugares donde laboran o conviven personas.
En el stock de productos de Asesores en Alta Tecnología también contamos con transformadores de medición, que se conforman por transformadores de corriente y transformadores potenciales o transformadores combinados. El de corriente se encarga de suministrar la corriente adecuada a los instrumentos de medición, así como a los aparatos de protección, como los relevadores; los de potencial están diseñados para suministrar la tensión idónea a los instrumentos variados, como voltímetros; mientras que el transformador combinado es el equipo que se conforma tanto de un TP y un TC, dando así la corriente y la tensión. La ventaja de estos equipos es que, al ser combinados, se requiere menor espacio para instalarlos.
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